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"A la gente le interesa la economía muchísimo más de lo que uno se imagina"

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Presenta hoy su primer libro, en el que busca responder parte de las preguntas que le hacen a diario

Laura Raffo no se salva de recibir preguntas sobre economía ni en la puerta del quirófano. El año pasado debió hacerse una intervención y desde la radióloga hasta el anestesista que la atendían aprovecharon para tratar de despejar algunas dudas.

Con esta anécdota empieza el primer libro de la economista, La economía al alcance de todos. Claves para entender cómo afecta tu vida y tu bolsillo, que se presenta hoy y al que califica como una «materia pendiente». Raffo lo define como un esfuerzo destinado a «cualquier persona que no sepa de economía pero que tenga interés por mantenerse informado y quiera entender los principales términos y cómo la economía afecta su vida».

El libro se divide en 22 capítulos, con títulos como «Cuatro bocas que alimentar. En qué gasta el Estado», «¿Merco qué? Uruguay y sus vecinos», y «Un mundo de plástico. El reino de las tarjetas».
Hace poco más de 15 años Raffo enfrentó el desafío de «bajar a tierra» diferentes conceptos económicos por primera vez. ¿El motivo? Era parte del programa de televisión Zona Urbana y para su columna semanal tenía que traducir para el gran público temas relacionados con su especialidad. Así incursionó en este terreno, que hoy lleva adelante desde su espacio en Telemundo. Llegar a las casas de miles de uruguayos la volvió una cara familiar y provocó que para ella sea moneda corriente responder preguntas sobre qué trayectoria va a seguir el dólar o qué puede pasar en los países vecinos en ascensores, taxis o mientras está en el supermercado. «A la gente le interesa la economía muchísimo más de lo que uno se imagina», dijo en entrevista con El Observador.

¿La duda sobre el dólar es la vedette de las consultas?
Dentro de las preguntas, a cuánto va a estar el dólar es la vedette, y desde hace un año se convirtió también en vedette «se viene la crisis, no se viene la crisis». En realidad suele ser lo que le preocupa a la gente. El dólar siempre le preocupa al uruguayo y cuando nota que la economía está mal le preocupa el empleo, si se viene una crisis. Da mucho miedo Argentina. Increíblemente, por más que ahora nos está afectando mucho más Brasil, había muchísimo temor sobre Argentina el año pasado antes del cambio de gobierno y me preguntaban muchísimo «¿cuándo explota Argentina?». Y después consultas financieras personales. Eso sí me ha pasado mucho. Hace poco me mudé y tuve que arreglar unos vidrios. A la semana que los arreglo me llama al celular la de administración de la vidriería. Pensé que era por una factura. Me dice «disculpame que te moleste, pero sabés que estoy por comprar unos sillones nuevos para el living de mi casa. Si los pago en dólares me cobran tanto y en tantas cuotas. Si los pago en pesos, me cobran tanto. ¿Qué me conviene?». Y me ha pasado que me lleguen consultas por Facebook. Pero sería irresponsable meterme, porque no sabés ni la situación económica de la persona, ni si tiene ahorros o no, si gana en pesos, si gana en dólares. No puedo asesorar a esas personas. Sí en el libro tengo un capítulo de finanzas personales que apunta a un sistema para organizar los ingresos y egresos de tu familia. Y también hay un capítulo que habla de las tarjetas de crédito y de los préstamos al consumo, que también es muy útil. Pero no puedo después ubicarme en la situación personal de cada uno.

Decís que el grueso de los economistas habla en jerga, que provoca que a la mayoría de la gente su mensaje le pase por el costado. ¿Por qué te parece que pasa?
Muchas veces los economistas le hablan a un conjunto de población más técnica. Entonces es natural que usen jerga, del mismo modo que un médico la usa. Hablar de stock, de flujo, de mercado cambiario, de Nasdaq, de desaceleración, es natural en un ámbito más empresarial y de finanzas públicas, pero cuando querés transmitirle al conjunto de la población qué está pasando con la economía no podés usar esa terminología. Me llevo bárbaro, me considero economista de pura cepa. No estoy en contra del economista que habla en jerga para nada. Tengo un montón de colegas que me toman el pelo y me dicen «che, andá con tus legos a explicar este tema». Hay un economista, muy conocido, muy encumbrado, y me decía: «ay Laura, esa manía que tenés vos de explicarle la economía a todo el mundo, qué pesada que sos». Es una profesión como tantas otras y obviamente hablar en jerga facilita explicar de manera más corta los conceptos, pero eso depende de a quién le hablás. Mi rol como economista ha estado más vinculado a hablarle al gran público. Entonces lo tuve que bajar a tierra; si no, no me hubiera entendido nadie.

En horas de enlentecimiento económico, ¿a qué deberían estar atentas las personas en sus decisiones económicas diarias?
Primero que nada, a las señales. El libro apunta a que tú puedas decodificar la información económica. Supuestamente habiendo leído el libro después agarrás el titular de un diario y entendés de qué te están hablando y qué posibles implicancias hay. Las familias tienen que prestar atención a la información económica. Ya la prestan. Eso de que los uruguayos no entienden nada de economía no es así. El uruguayo entiende porque se da cuenta cómo le va a la empresa que lo contrata, si se está vendiendo menos, si echaron a un compañero de trabajo, si hay gente con problemas en su familia y se quedó sin laburo. Mira los noticieros y se entera que los exportadores se están quejando y que el PIT CNT está haciendo reclamos salariales porque el gobierno tiene menos plata y no le quiere dar tantos ajustes. Esas señales te marcan que el enlentecimiento llegó, el estancamiento económico llegó.
Al enfrentar esas señales, desde la perspectiva de tu hogar, ves con qué ingresos contás, con qué ahorros, cuál es el nivel de gastos, y cuál es la certeza en el flujo de ingresos a futuro. Pero eso todos lo tomamos en cuenta. Si vos sos constructor ya sabés que te va a ingresar menos plata, va a haber menos gente reformando su casa. Si sos trabajador dependiente en una empresa, prestá atención a cómo le está yendo y si hay posibilidad de que te quedes sin trabajo o no. O, teniendo la tranquilidad de que no te vas a quedar sin trabajo, preparate para que quizás tu sueldo no vaya a crecer como venía creciendo, que crecía más que la inflación y por lo tanto ganabas poder de compra. En base a eso, hacete tu proyección a futuro. Y ahí la decisión depende de cada familia, porque estará el que quiere ser más cauteloso y guardar en tiempos de crisis, y está el que no le importa e igual la disfruta «ahora». En eso yo ya no me puedo meter.

La economía y la matemática muchas veces son vistas como «cucos». ¿A qué responde esto?
La matemática y la estadística no van por la memoria; van por el razonamiento. Entonces es normal que la gente le tenga más susto a esas materias. Después, hay algo que no sé si es mito o realidad, que tiene que ver con los profesores, si está bien enseñada la matemática o no. Me consideraría una atrevida de opinar en esa materia porque no sé cómo estamos de profesores de matemática. Creo que el trancazo viene por ahí. A los números no les tengo miedo. Los adoro, porque te ayudan a explicar un montón de cosas, pero también hay que explicar que la economía no es una ciencia exacta, es una ciencia social. Porque la gente se cree que la economía es hablar solo de números, hacer estadísticas, y no, es una ciencia social en la cual el comportamiento humano, las expectativas, influyen muchísimo. No es que si no entiendo de números no puedo entender de economía. Ahora, está bueno que con un poquito de números te pongas las pilas y aprendas. Más porque ganás un sueldo, tenés que hacer frente a gastos. Los números básicos hay que poder manejarlos.

Ficha técnica
Nombre: La economía al alcance de todos. Claves para entender cómo afecta tu vida y tu bolsillo
Autor: Laura Raffo
Páginas: 276
Editorial: Aguilar
Precio: $ 490

Fuente: Diario El Observador

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